Lo que aprendí del pueblo Yanomami gracias a la interpretación consecutiva.
Hay encargos que, más que un trabajo, se convierten en una puerta abierta a una realidad que no esperabas descubrir.
La interpretación consecutiva inglés > español en un evento de Survival International sobre el pueblo Yanomami fue exactamente eso: una experiencia que me acompañó mucho después de guardar la libreta y salir de la sala.
Un nombre que entraña una cultura histórica
La etimología de Yanomami —yanam (ser humano) + anam (selva)— significa ‘ser humano de la selva‘. Pocas veces un nombre define tan bien la esencia de un pueblo.
Los Yanomami son una de las comunidades indígenas más grandes de Sudamérica, formada por unas 45 000 personas que viven entre Brasil y Venezuela. Además, son seminómadas, conviven en grandes casas comunales circulares y tienen una relación espiritual con la selva que va más allá de lo común: para los Yanomami, el bosque no es un mero recurso, sino su hogar.
La interpretación consecutiva como puente humano
El evento incluyó intervenciones muy diversas e impactantes, sobre todo la de Ehuana Yaira Yanomami, artista y activista indígena del Amazonas que vino a contarle al público cómo viven en su comunidad y las amenazas a las que se enfrentan cada día. Lo hizo en su lengua, en yanomami, y sus palabras las trasladó al inglés Ana María Machado, antropóloga y experta en el pueblo Yanomami. Acto seguido, tuve la suerte de interpretar sus mensajes hacia el español, en un formato de doble consecutiva con historias colmadas de emoción, respeto a la tierra y resistencia.
La consecutiva tiene algo que ninguna otra modalidad ofrece: la cercanía del silencio.
Ese instante en el que la ponente hace una pausa, respira, mira al público… y la intérprete toma el relevo para que su mensaje siga vivo, sin perder su intención.
En este contexto, esa cercanía se sintió aún más intensa. Sus testimonios hablaban de lucha, de dignidad y de dolor; mi papel era lograr que cada mensaje llegara al público con el respeto y la claridad que merecía.
Las amenazas que los rodean
Ahora bien, por mucho que su cultura sea un ejemplo de armonía con el entorno, la realidad actual del pueblo Yanomami es mucho más desoladora y está rodeada de amenazas, entre las que destacan:
🌳 LA Deforestación
Las actividades agrícolas y ganaderas destruyen la selva y, por ende, reducen considerablemente sus fuentes de alimento.
⛏️ la Minería ilegal de oro
Desde los años 80, las invasiones masivas de mineros ilegales han devastado su territorio. Hoy trabajan con maquinaria pesada que arrasa el bosque y contamina los ríos con mercurio. Por ejemplo, el 60 % de los peces del río Uraricoera presentan altos niveles de mercurio.
🏥 la Crisis sanitaria
La falta de atención sanitaria se traduce en datos terribles: en 2023 se registraron 30 000 casos de malaria y un 52,2 % de desnutrición infantil en menores de cinco años.
Escuchar estas cifras directamente de quienes las viven genera un impacto distinto y obliga a mirar de frente realidades que, de otra manera, quizá nunca habríamos conocido.
Lo que aprendí de este encargo
Cada trabajo como intérprete tiene su propia carga emocional y técnica, pero algunos te recuerdan por qué empezaste en esta profesión.
Este fue uno de ellos.
Me reafirmé en que interpretar es dar voz a las personas que necesitan que se las escuche, trasladar mensajes urgentes y tender puentes entre mundos que, sin esa mediación lingüística, difícilmente se encontrarían.
¿Estamos haciendo lo suficiente?
En 1992 se reconoció oficialmente el territorio Yanomami en Brasil, pero la protección real sigue siendo insuficiente y los ataques a sus comunidades no cesan.
Ahora que acaba de terminar la COP30, celebrada en plena Amazonía, cabe preguntarnos:
¿Se está haciendo lo suficiente para garantizar la supervivencia de quienes llevan siglos protegiendo la selva?
